MIS IMPRESIONES FAMILIARES-1

Mi matrimonio al poco tiempo empezó a ser un trampantojo de la felicidad y la buena convivencia conyugal. Simplemente se va el amor, ese amor que encuentra de nuevo en una mujer de pueblo donde todas las primaveras se ponía gongorino solo para mí.

 

 

Después de divorciarme comencé mi vida con Sagra. Mis hijos no la aceptaron muy bien y no la querían mucho porque no se ponían a su altura, aunque ella se dirigía a ellos con cariño y siempre intentando enseñarles algo bueno de nuestra incipiente vida en común.


1.- Fueron muy tormentosas las relaciones de esta familia por eso he decidido enfrentarme a esta situación a base de pluma. Quiero dejar por escrito todo lo que he pasado, para que no se me olvide, tanto en el buen como en el mal sentido. Esto es algo que he querido remarcar mucho, y de la misma manera que aunque te duela hay un caldo de cultivo propicio para la reconciliación. Es esa voz que es y no las suyas, he vertido todo aquello que no me atrevo a decir a la cara, la parte negativa y triste y horrible de mi historia familiar.

2.- Meterme en ese mundo de impiedad que tienen los personajes en muchos puntos de la situación ha sido lamentable. Lo que no me gustó mucho fue entrar en las neurosis y en sus simas más profundas.  

En la situación en la que me veo, en la que ya no tengo carácter ni nada, el asombro que muestro preguntándome por qué me tiene que tocar a mí, resulta muy triste. Nadie dice toda la verdad y todo el mundo oculta cosas; la vida en sociedad es un puro engaño. La convivencia sería difícil si no guardáramos una parcela en la oscuridad. La manera de arreglar este desencuentro sería perfeccionar el ENCUENTRO. Yo creo que éste es el reto.

3.- Yo creo que ese tipo de situaciones, que son muy raras, hay que recordarlos y hay que analizarlos, porque abren caminos, de modo que podría ser, por qué no, uno de los mejores momentos de la historia personal de la familia. Yo no hice nada porque me salió de los cojones. Y pudo ser antes, ahora o mañana. Ellos lo hicieron todo bruscamente. El desenlace final, salvo la revelación de la madre, apenas cierra nada, sino que deja a todos los personajes siguiendo su destino.

4.- He padecido una caza de brujas, no consigo aceptar el odio brutal contra mí. Cuando empezó la relación entre su madre y yo, era una de las chicas más admiradas por mí, pero después comenzaron los ataques de su familia y todo se iba desmoronando. Me parece impensable que yo tenga un afecto sincero hacia ella por su falta de defensa.

5.- No quiero darle muchas vueltas a los porqués; a pesar de que no tiene nada que ver con lo que ha hecho hasta ahora. Es horrible. He recibido golpes infundados y no entiendo cómo he sido calumniado reiteradamente. Otros muchos ignoran la persecución que he padecido, y si un número suficiente de gente me quiere machacar, lo consiguen. Siempre me he identificado con la verdad y no voy a cambiar.

6.- Con mis hijas ahora tenemos una mala relación. Pero muchas veces tuve que morderme la lengua. Yo siempre estaba equivocado, dijera lo que dijese.

7.- Muchas veces me peleo conmigo mismo diciéndome que soy un viejo arrastrado y que a mis dos hijas les va a dar vergüenza del padre que tienen.

8.- Eso lo dicen aquell@s que se sientan perjudicados por mi persona. Las dudas solo se pueden explicar desde quien las ha creado.

9.- Ahora hablo sobre el paso del tiempo y soy prisionero de los afectos filiales. Mis nietos seguro que me miraran desde una distancia sabia. Como siempre ha ocurrido en el pasado. Pero bien, porque las mujeres son mucho más listas que yo porque su propio cuerpo les otorga una profunda enseñanza sobre las situaciones comprometidas. Vivo, en cambio, desesperado por resucitar glorias pasadas; un sinsentido que me atormenta a diario. 

10.- Venga todo de un análisis vago y no de un conocimiento de las cuestiones atacantes que me puedan unir a mi figura, que a mi entender residen más en la actitud de los otros que van buscando solamente lo material.

11.- En una ocasión, dudé y dudé en verme cara a cara con ellos. Y no lo encontré hasta un día después de la Primera Comunión de mi nieta. ¿Pero es bueno mi comportamiento?, ¿eh?. La situación de las personas atacadas y desplazadas se agrava mientras ellos parecen olvidar su pasado reciente.

12.- Si se respetara el derecho paternal no seguiríamos viendo cómo se restringen las relaciones, cómo se endurecen los distanciamientos o cómo se levantan más muros y vallas de afecto.

13.-  Ellos son, esencialmente, los responsables de la situación con la que hoy nos encontramos. Es triste ver la reacción y el posicionamiento abiertamente interesado que están adoptando.

14.- Esta muy claro que trataban de perjudicarme. Después he aprendido a no odiar a quienes atacan sin sentido, a quienes pasan toda una vida persiguiendo a alguien que no les niega su talento y de esta manera, viven en una frustración permanente. Sólo pido para ellos la paz que nunca conceden a los demás.

15.-  Ya me afecta menos todo lo que sucede y me siento liberado de muchos ojos viciados y llenos de maldad. Por otra parte, he podido comprobar en mi propia piel qué es lo verdaderamente valioso de la familia y cuáles son sus peores defectos.

16.- La culpa siempre fue del padre, pero la necesidad de redención, acaba por moldear mi carácter que el tiempo devuelve año tras año más acerbo y hostil.

17.- No se trata, pues, de una contención de la lástima lo que aquí se propone; y tampoco de una minoración de la perplejidad que habita y constituye esencialmente al padre. El final abierto de todos ellos no nos sugiere más que una continuidad en ese estado de cosas, pero estamos a tiempo de atajar el problema. Tenemos lo más importante, nos tenemos los unos a los otros.

18.- Y lo más doloroso es que no son capaces de ver cuándo hieren los sentimientos de los demásLa tentación que sentimos no sólo de hablar a través del móvil sino de hablar con personas distantes. El término cariño solía implicar sensibilidad, capacidad de percepción, conciencia, discernimiento, razón, ...

19.- Estamos privando a los nietos no sólo de hablar con el abuelo, sino también a los adultos que nos miren a los ojos. Y lanzo una pregunta al aire: ¿Prestaremos atención si, una década después, temerosos de perder la herencia, nuestros hijos nos muestran el precio que hemos pagado?.

20.- Su comportamiento me deja tocado, pero aún no hundido. A pesar de este panorama, no es demasiado tarde. Tenemos tiempo para recordar quienes somos: padres con historia. Padres de conversaciones cariñosas, añoradas y dando siempre la cara por ellos. Por eso es hora de recuperar lo perdido. Porque hablar no cuesta nada, porque el cariño de los padres no tiene precio.

21.- Ha surgido un nuevo ser, egoísta, interesado, que se define por "me dan dinero, luego existo", pero que, paradójicamente, se siente más pobre de sentimientos personales. Esperamos más de la razón monetaria y menos del cariño y que hemos sacrificado los sentimientos por la mera conexión personal. Pero que tras esto se esconde una dolorosa realidad: la sensación de que nos mueve solamente el dinero.

22.- Hace unos años, su actitud era favorable, pero ahora los sentimientos se han cerrado y las esperanzas de reconciliación se han vuelto escasas y de mala calidad. En ello han tenido mucho que ver los desplantes continuos. Hay que sumar el efecto de los cambios de actitud, junto con el abandono personal que les ha permitido ganar territorio de guerra.

23.- La falta de amor paterno-filial, se resiente porque parece que ahora consiste en estar siempre enojado, siempre alerta, pero si hay alguna emergencia tenemos que estar dispuesto a darlo todo. Y ahí viene otra paradoja: cuando estamos llenos de indiferencia: ignoramos solemnemente. Cuando estamos necesitados: pedimos máxima atención.

24.- No sabría decir por qué está teniendo esta repercusión familiar, porque es un nervio que me han tocado, no sólo en lo literal. Y en éstos momentos, que el fenómeno familiar se ha degenerado con su actuación violenta, la solución ya no está en mis manos ni deseo que la tenga por parte de otras personas que no intentan arreglarlo.

25.- Todo es importante porque trasciende el ámbito privado. Ahora mismo estamos viviendo un momento en el que necesitamos pensar profunda y críticamente sobre cuestiones familiares. No podemos limitarnos a reaccionar sin más, a whasear sin más, necesitamos pensar las cosas con calma. Reflexionar las consecuencias. Hablar con uno para poder hablar luego con los demás.

26.- Al poco de empezar la relación sentimental con Sagrario me di cuenta de la estrecha relación que existía entre la madre y las hijas. Ahora bien, la madre tenía miedo de pasar tiempo a solas porque la soledad, con su carencia de estímulos externos, es algo literalmente insoportable.

27.- En los conflictos filiales mis hijos se han ido de mi persona y al mirar hacia atrás veo muchas cosas que cambiaría. Tras el nacimiento de mi segunda hija, mi relación con el mayor fue más de amigo, no de padre, y de eso no me arrepiento. Ahora me pregunto si fui tan bueno como debía.

28.- No tengo una sensación grata de mi familia y aseguro que no es una pose ni un tópico. Lo traslado a la web de forma inevitable porque no podría ser de otra forma. Somos seres extraños, y cada uno en la vida ocupa el lugar de la ficción idealizada de familia unida. Priman los roles que cada uno tiene entre bambalinas. Asumo las circunstancias sobrevenidas, pero nada de eso ha influido en mi comportamiento con mis hijos.

29.- No fue intencionado el divorcio. Se esperaba ese final sin saber nada de lo que iba a surgir después. Conmigo ha habido guerra de muchos intereses. Son juegos de adultos que a veces parecen juegos de niños.

30.- En mi matrimonio tenía una debilidad clara y una firme fortaleza. La primera era mi trabajo. La segunda, paradójicamente, mi mujer. Y la tercera mis tres hijos. Eramos una pareja distinta para lo que se estilaba en aquella época. Si bien ella me echaba en cara mis devaneos extramatrimoniales llegó incluso a tolerarlos.